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martes, 21 de febrero de 2012

La Voz del Desempleado

La Voz del Desempleado
                                                                                   
           
Desde la ciudad de Valledupar un escritor anónimo publicó en una reconocida Página web de anuncios el día Sábado 20 de Agosto de 2011, un artículo que hace referencia quizá a una realidad que afronta día a día el profesional que debe enfrentarse a la tarea de lograr un empleo en el competido mundo laboral, una vez ha terminado sus estudios. El escrito decía así:

"Otro día más buscando empleo, cada día son más las personas en este país que se encuentran en búsqueda de un trabajo digno donde puedan progresar como personas y profesionales y que además les permita mantener a sus familias; no sé la cantidad exacta pero estoy segura que son muchos más de lo que afirman las cifras del gobierno".

Son muchos los profesionales que al terminar sus estudios no pueden lograr un empleo de manera rápida y mucho menos cuentan con el capital para iniciar su propia empresa, de igual forma deben subsistir por eso terminan trabajando en oficios poco remunerados, no calificados y para el cual no se prepararon. Esto es muy común, por lo tanto muchos jóvenes bachilleres se desaniman y lo toman de ejemplo o excusa para no seguir con sus estudios.

Para su progreso, este país necesita de personas bien preparadas con ganas de trabajar y superarse, pero a pesar de que la educación pública no es la mejor, es muy difícil que un estudiante de bajos recursos aspire a cursar una carrera profesional porque los gastos no lo permiten; sin embargo, aquellos que con préstamos y muchos sacrificios lo consiguen, al graduarse terminan subvalorados por las empresas que al ver que vienen de universidades públicas y no cursaron especializaciones o maestrías no se les tiene en cuenta para una posible vacante.
Pero… ¿qué se debe hacer en este país y sobretodo en esta ciudad para conseguir empleo?  Porque está más que claro que no sólo se debe estar preparado, se debe contar con las mejores recomendaciones, obviamente de personas muy allegadas a los directivos, socios o propietarios de la empresa en particular, cómo se diría aquí en la Costa, una “palanca”.

Por eso es que los mejores cargos terminan en manos de hijos de los de siempre, porque además de que pudieron estudiar en una mejor universidad y a lo mejor seguir con estudios de posgrado, fácilmente el primo, el tío, el amigo o el vecino; vienen siendo el gerente, el jefe de personal, el psicólogo de selección, etc., mientras que el  profesional estrato bajo si lo llegan a tener en cuenta, sólo sería para cargos auxiliares a pesar de tener el mismo título de formación.
No se desmerita la importancia que tiene para una empresa los cargos auxiliares, ni tampoco la posibilidad de que un profesional recién graduado labore en uno de estos cargos, sólo se pretende resaltar el hecho de que si en una empresa hay una vacante se tengan en cuenta todos los postulados sin que prevalezcan las influencias.

También cabe resaltar que el manejo de las plazas de empleo en las empresas no es totalmente abierto al público, ya que cuando se presenta una vacante, se trata como secreto de estado,  nadie sabe nada y en el momento menos pensado… ya está el remplazo. En esta ciudad, tal vez por falta de cultura empresarial, la utilización de bolsas de empleo todavía no se aplica con igual uniformidad que en otras urbes, desconociendo los beneficios que podrían obtener al convocar mayor cantidad de aspirantes.

Finalmente, ¿Dónde queda la meritocracia? ¿Por qué no acabar con los carruseles de contratación? ¿Por qué en este país no se reglamenta la selección de personal en empresas públicas como privadas? ¿Por qué no darle la misma oportunidad a todos, sin desmeritar a nadie? Posiblemente seríamos un mejor país…  Tomado de:

Pensamos que no es la primera ni última opinión que se de acerca de este tema, actualmente el acceso a la educación ha mejorado ostensiblemente en comparación a otras décadas. A pesar del déficit de cobertura en cuanto a educación superior para aquellos menos afortunados, existen diversos programas, becas y oportunidades que han ido aumentando las posibilidades de acceso a la educación Superior. La cuestión es si éste auge está siendo congruente con iguales oportunidades laborales y de acceso al mundo laboral, séase como empleado, independiente o emprendedor para aquellos que visionan oportunidades de negocio. La respuesta no deja más que una estela oscura y vaga al respecto, donde se sospecha que la balanza en esta ocasión se inclina en contra de aquellas personas que en base a esfuerzo se han construido una profesión y lo que sólo esperan es poner en práctica sus conocimientos.

Sin más mecanismos que su deseo de trabajar, aprender, crecer y emprender muchas personas son ignoradas en un trabajo por diversas razones o excusas por parte de las empresas. O simplemente por que una mayoría (no todos) de los que seleccionan o se encargan de la contratación, aún no desarrollan esa sensibilidad humana que ante una realidad social como la nuestra se necesita: Y es la de dar la oportunidad a aquellos que por sus competencias, capacidad humana y deseo de cambio la merecen. Aquellos que sin más influencias que su deseo de progreso, sin más palancas que su honestidad  profesionalismo y  nobleza, sin más picardía que su propia naturaleza humana, si más nombre que el que llevan en su frente, construido día a día a través del sacrificio;  hoy se postulan a una nueva vacante esperando que esta si sea la oportunidad.